sábado, 25 de febrero de 2012

CARTA A LOS ROMANOS. APÉNDICE. 16,1-27.

16        1Os recomiendo a nuestra hermana Febe, diaconisa de la iglesia de Cencreas; 2recibidla como cristianos, como corresponde a gente consagrada; poneos a su disposición en cualquier asunto que necesite de vosotros, pues, lo que es ella, se ha hecho abogada de muchos, empezando por mí.
               3Recuerdos a Prisca y Áquila, colaboradores míos en la obra del Mesías Jesús; 4por salvar mi vida se jugaron la cabeza, y no soy yo sólo quien les está agradecido, lo mismo todas las iglesias del mundo pagano. 5Saludad a la comunidad que se reúne en su casa.
               Recuerdos a mi querido Epéneto, primer fruto de Asia para Cristo. 6Recuerdos a María, que ha trabajado tanto por vosotros. 7Recuerdos a Andrónico y Junías, paisanos míos y compañeros de prisión, que son apóstoles insignes e incluso fueron cristianos antes que yo. 8Recuerdos a Ampliato, mi amigo en el Señor. 9Recuerdos a Urbano, colaborador mío en la obra de Cristo y a mi querido Estaquis. 10Recuerdos a Apeles, que ha dado pruebas de ser todo un cristiano.
              11Recuerdos a la familia de Aristóbulo. Recuerdos a Herodión mi paisano. Recuerdos a los cristianos de la casa de Narciso. 12Recuerdos a Trifena y Trifosa, que trabajan duro por el Señor. Recuerdos a mi amiga Pérside, que ha trabajado tanto por el Señor. 13Recuerdos a Rufo, ese cristiano eminente, y a su madre, que también lo es mía.
             14Recuerdos a Asíncrito, a Flegón, a Hermes, a Patrobas, a Hermas y a los hermanos que viven con ellos. 15Recuerdos a Filólogo y a Julia, a Nereo y a su hermana, a Olimpio y a todos los consagrados que están con ellos.
             16Saludaos unos a otros con el beso ritual. Todas las comunidades cristianas os saludan.
             17Por favor, hermanos, estad en guardia contra esos que crean disensiones y escándalos opuestos a la doctrina que habéis aprendido; 18evitadlos, gente de ésa no está al servicio del Mesías nuestro Señor, sino al de su propio estómago, y con zalamerías y halagos engañan a los ingenuos. 19Sin duda, la respuesta de vuestra fe ha llegado a oídos de todos, y esto me alegra de vosotros; pero además querría que fueseis listos para lo bueno y simples para lo malo, 20que el Dios de la paz no tardará en aplastar a Satanás bajo vuestros pies.
            El favor de nuestro Señor Jesús os acompañe.
            21Saludos de mi colaborador Timoteo y de Lucio, Jasón y Sosípatro. 22Yo, Tercio, el amanuense, os mando un saludo cristiano. 23Saludos de Gayo, que me da hospitalidad a mí y a toda esta comunidad. 24Saludos de Erasto; tesorero de la ciudad, y de nuestro hermano Cuarto.
           25A aquel que tiene poder para afianzaros en la buena noticia que anuncio y la proclamación de Jesús Mesías, con la revelación de un secreto callado por incontables siglos, 26pero manifestado ahora y, por disposición de Dios eterno, comunicado con escritos proféticos a todos los pueblos para que respondan con la fe, 27a Dios, el único sabio, por medio de Jesús Mesías, sea la gloria por siempre, amén.

EXPLICACIÓN.

1-27.    Recomienda a Febe, que probablemente lleva la carta; quizá ha intervenido ante ciertas autoridades en favor de otros cristianos (1-2). Prisca y Áquila, por cuanto se sabe, habían estado con Pablo unos años antes. (Hch 18,2-3.18-28) (3-4); quizá habían defendido a Pablo en Éfeso. Epéneto (5b), nombre pagano. La religión antigua, judía o pagana, estribaba mucho en la familia; casas enteras se hacían cristianas, no sólo los parientes, sino también los criados y esclavos. Beso ritual (16), lit. "beso santo", expresión ritual de amor cristiano.

           Pablo ve una amenaza para la comunidad en cierta gente de fuera (cf. Gál 6,11-16; 1 Cor 16,22) (17). Parece que él mismo toma la pluma para escribir esta posdata. No sólo hay que rechazar doctrinas, hay también que evitar personas. Discursos capciosos (cf. Col 2,4), observancias sobre alimentos (estómago) (cf. Col 2,8; Flp 3,19) (18-20). Saludos de amigos de Corinto (21-23). La doxología final (25-27) no parece auténtica, no es estilo de Pablo. En los mss. se encuentra a veces tras 14,23. Su evangelio/la buena noticia que anuncia es el mensaje expuesto en la carta. Novedad del mensaje cristiano, no revelado hasta ahora; escritos proféticos cristianos; el secreto es la igualdad y llamamiento a la unidad de todos los pueblos en el Mesías Jesús (cf. Ef 1,10).

CARTA A LOS ROMANOS. EPÍLOGO. 15,14-33.

          14Con todo, hermanos, en vuestro caso yo personalmente estoy convencido de que rebosáis buena voluntad y de que os sobra saber para aconsejaros unos a otros. 15A pesar de eso, os he escrito para refrescaros la memoria, a veces con bastante atrevimiento. 16Me da pie el don recibido de Dios, que me hace celebrante del Mesías Jesús para con los paganos: mi función sacra consiste en anunciar la buena noticia de Dios, para que la ofrenda de los paganos, consagrada por el Espíritu Santo, le sea agradable.
         17Por eso, en lo que toca a Dios, pongo mi orgullo en el Mesías, Jesús, 18y así no se me ocurrirá hablar de nada que no sea lo que el Mesías ha hecho por mi medio para que respondan los paganos, valiéndose de palabras y acciones, 19de la fuerza de señales y prodigios, de la fuerza del Espíritu; de ese modo, dando la vuelta desde Jerusalén hasta la Iliria, he completado el anuncio de la buena noticia del Mesías, 20poniendo así además todo mi ahínco en anunciarla donde aún no se había pronunciado su nombre; no quería construir sobre cimiento ajeno, 21dino atenerme a la Escritura:

                  Los que no tenían noticia lo verán,
                  los que nunca habían oído comprenderán (Is 52,15).

          22Las más de las veces ha sido eso precisamente lo que me ha impedido ir a visitaros; 23ahora, en cambio, no tengo yo campo de acción en estas regiones, y como hace muchos años que siento muchas ganas de haceros una visita, 24de paso para España..., porque espero veros al pasar y que vosotros me facilitéis el viaje; aunque primero tengo que disfrutar un poco de vuestra compañía.
          25Por el momento me dirijo a Jerusalén, prestando un servicio a los consagrados; 26porque Macedonia y Grecia han decidido dar una muestra de solidaridad a los pobres entre los consagrados de Jerusalén. 27Lo han decidido, sí, y de hecho se lo deben, porque si los demás pueblos han compartido sus bienes espirituales, les deben a su vez una ayuda en lo material.
         28Concluido este asunto y entregado el producto de la colecta, saldré para España pasando por vuestra ciudad, 29y sé que mi ida ahí cuenta con la plena bendición de Cristo.
         30Por nuestro Señor, Jesús el Mesías  y por el amor que inspira el Espíritu os pido ahora un favor, hermanos; luchad a mi lado pidiendo a Dios 31que escape de los incrédulos de Judea y que este servicio mío a Jerusalén sea bien acogido allí por los consagrados. 32De esta manera, si Dios quiere, podré ir a veros contento y descansaré un poco en compañía vuestra.
        33El Dios de la paz esté con vosotros, amén.

EXPLICACIÓN.

14-33.     Vuelven a aparecer los temas principales de la introducción (1,8-17): proyecto de viaje a Roma; su orgullo de pertenecer al Mesías Jesús y éxito de su misión entre los paganos. La alabanza a los de Roma (14) muestra que la situación no era grave. Se excusa de su audacia. Transpone el concepto antiguo de sacerdocio (15-16): si antes se reconciliaba a los hombres con Dios mediante sacrificios, ahora se hace con la predicación; los paganos entran en la esfera de Dios al recibir el Espíritu. Ninguna vanidad personal (17-19): es el Señor quien actúa. Optimismo de Pablo. Crea comunidades en cada comarca; dada la urgencia de la tarea, no quiere trabajar donde otros ya lo han hecho, para seguir abriendo nuevos campos de misión.

              La ida a Jerusalén retrasa el viaje a Roma y a España. Alegría por este viaje, pero preocupación por las dificultades que prevé en Jerusalén (22-33). Grecia (26), lit. "Acaya".

CARTA A LOS ROMANOS. ACEPTARSE MUTUAMENTE. 15,7-13.

            7Por consiguiente, acogeos mutuamente como el Mesías os acogió para honra de Dios. 8Quiero decir con esto que el Mesías se hizo servidor de los judíos para demostrar la fidelidad de Dios, ratificando las promesas hechas a los Patriarcas 9y haciendo que los paganos alabasen a Dios por su misericordia. Así lo dice la Escritura:

              Por eso te alabaré en medio de las naciones
              y cantaré a tu nombre (Sal 17,50).

            10Y en otro lugar:

           Alegraos, naciones, con su pueblo (Dt 32,43 LXX).

            11Y de nuevo:

           Alabad, naciones todas, al Señor,
           ensalzadlo, todos los pueblos (Sal 116,1).

           12Y también Isaías dice:

           Retoñará la raíz de Jesé,
          el vástago reinará sobre las naciones:
          las naciones esperarán en él (Is 11,10).

         13Que el Dios de la esperanza colme vuestra fe de alegría y de paz, para que con la fuerza del Espíritu Santo desbordéis de esperanza.

EXPLICACIÓN.

7-13.      Insiste en la unidad. Las dificultades de los párrafos anteriores tenían relación con la procedencia judía o pagana de los cristianos. Lo que honra a Dios es la unión de los suyos, pues ella muestra que él es amor. Para los judíos, el Mesías ha seguido el camino de las promesas; para los paganos, el de la misericordia. Así todos deben alabar a Dios (7-12). De la exhortación pasa a la oración. La esperanza orienta hacia el futuro: no hay que quedar bloqueados en el pasado. Obra del Espíritu (13).

viernes, 24 de febrero de 2012

CARTA A LOS ROMANOS. MIRAR POR LOS DÉBILES. 14,13-15,6.

13Por tanto, basta ya de juzgarnos unos a otros; mejor será que adoptéis por criterio no poner obstáculo ni escandalizar a ningún hermano. 14Por Jesús el Señor sé y estoy convencido de que nada es impuro de por sí; algo es impuro para el que lo tiene por impuro y nada más. 15Ahora que, si por comer de algo, hieres a tu hermano, ya no estás procediendo como pide el amor. Que por comer tú no se pierda uno por quien el Mesías murió.
          16Conque ese bien que tenéis, que no puedan denigrarlo, 17porque al fin y al cabo no reina Dios por lo que uno come o bebe, sino por la honradez, la paz y la alegría que da el Espíritu Santo; 18y el que sirve así al Mesías, agrada a Dios y lo aprueban los hombres.
         19En resumen: esmerémonos en lo que favorece la paz y construye la vida en común. 20No destruyas la obra de Dios por una cuestión de comida; todo es puro, pero está mal comer causando escándalo. 21Mejor es abstenerse alguna vez de carne o vino o de lo que sea, si eso es obstáculo para tu hermano; 23 esa convicción que tienes, guárdatela para ti, que Dios la ve. Dichoso el que examina las cosas y se forma un juicio; 23en cambio, el que come con dudas es culpable, porque no procede por convicción, y todo lo que no procede de convicción es pecado.
15         1Nosotros los robustos debemos cargar con los achaques de los endebles y no buscar lo que nos agrada. 2Procuremos cada uno dar satisfacción al prójimo en lo bueno, mirando a lo constructivo. 3Tampoco el mesías buscó su propia satisfacción; al contrario, como dice la Escritura: "Las afrentas con que te afrentaban cayeron sobre mí" (Sal 69,10). 4Es un hecho que todas las antiguas Escrituras se escribieron para enseñanza nuestra, de modo que, entre nuestra constancia y el consuelo que dan las Escrituras, mantengamos la esperanza.
                 5Que Dios, fuente de toda constancia y consuelo, os conceda andar de acuerdo entre vosotros, como es propio de cristianos; 6para que unánimes, a una voz, alabéis a Dios, Padre de nuestro Señor, Jesús Mesías.

EXPLICACIÓN.

14,13-15,6.    Habla a los fuertes o libres. Para Pablo, lo santo es enteramente racional y ético (12,2). Pero en algunos tiene connotaciones irracionales, de tabú, que pueden provocar reacciones violentas. El que ama, limita su libertad para no hacer daño (13-22). Criterio maduro y personal (23). Ejemplo de Jesús, apoyado con la cita de Sal 69,10. Intención dominante, hacer bien a todos (15,1-2). La enseñanza que ofrece la Escritura es útil (3-4). Oración (5-6). Convicción (22), lit. "fe/fidelidad", pero en este caso y en el v. siguiente no se trata de fe teológica, sino de la coherencia o fidelidad a sí mismo.         

miércoles, 22 de febrero de 2012

CARTA A LOS ROMANOS. NO EXACERBAR LAS DIFERENCIAS. 14,1-12.

14       1Al que tiene la fe débil, hacedla buena acogida sin discutir opiniones. 2Hay quien tiene fe para comer de todo; otro, en cambio, que la tiene débil, como sólo verduras. 3El que come de todo, que no desprecie al que se abstiene; el que se abstiene, que no juzgue al que come, pues Dios lo ha acogido. 4¿Quién eres tú para poner falta al criado de otro? Que siga en pie o se caiga en asunto de su señor; y en pie se mantendrá, que fuerzas tiene el Señor para sostenerlo.
              5Éste, además, da preferencia a un día sobre otro; en cambio para aquél cualquier día es bueno. Cada cual esté bien convencido de lo que piensa. 6El que se preocupa de días determinados, lo hace por el Seór, el que come de todo, lo hace por el Señor, y la prueba es que da gracias a Dios: el que se abstiene, lo hace por el Señor, y también da gracias a Dios. 7Porque ninguno de nosotros vive para sí ni ninguno muere para sí: 8si vivimos, vivimos para el Señor, y si morimos, morimos para el Señor. 9Para eso murió el Mesías y recobró la vida, para tener señorío sobre vivos y muertos.
             10Tú ¿por qué juzgas a tu hermano? Y tú, ¿por qué desprecias a tu hermano? Todos compareceremos ante el tribunal de Dios, 11como dice la Escritura:

               Por mi vida, dice el Señor,
               ante mí se doblará toda rodilla,
               a mí me alabará toda lengua (Is 45,23).

              12Total, que cada uno de nosotros tendrá que dar cuenta a Dios de sí mismo.

EXPLICACIÓN.

1-12.     Hasta ahora, Pablo ha dado un compendio de ética cristiana; la dificultad está en la práctica: por eso expone un caso. Principio: hay que hacer lo que es bueno, conveniente y acabado o eficaz (12,2); la guía es el amor. En el grupo cristiano no todos viven la libertad que da el Espíritu. Choque de dos mentalidades, que puede poner enpeligro la unidad.

              Comienza sin transición. A Pablo no le interesan preceptos/sábados ni dietas. Por ambos lados debe haber sentido de responsabilidad ante Dios y tolerancia basada en el respeto. El fuerte o libre tiende a despreciar al débil o no libre, tachándolo de atrasado, inhibido. Pero el que no se siente libre, el débil, va más allá; tiende a condenar al libre, acusándolo de heterodoxia. Pablo se encara con el débil, para que no condene al otro (1-4). Ayunos o abstinencias en días fijos. Toda manera de obrar debe descansar en una convicción (5-9). Responsabilidad personal (10-12).

CARTA A LOS ROMANOS. AMOR MUTUO Y CONDUCTA CRISTIANA. 13,8-14.

            8 A nadie le quedéis debiendo nada, fuera del amor mutuo, pues el que ama al otro tiene cumplida la Ley. 9De hecho, el "no cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no envidiarás" (Éx 20,13-17; Dt 5,17-21) y cualquier otro mandamiento que haya se resumen en esta frase: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Lv 19,18). 10El amor no causa daño al prójimo y, por tanto, el cumplimiento de la Ley es el amor.
           11Y más conociendo las circunstancias; ya es hora de despertaros del sueño, porque ahora tenemos la salvación más cerca que cuando empezamos a creer. 12La noche está avanzada, el día se echa encima: dejemos las actividades propias de las tinieblas y pertrechémonos para actuar en la luz. 13Comportémonos como en pleno día, con decoro: nada de comilonas ni borracheras, nada de orgías ni desenfrenos, nada de riñas ni porfías. 14 En vez de eso, revestíos del Señor, Jesús Mesías, y no deis pábulo a los bajos deseos.

EXPLICACIÓN.

8-14. Continúa el tratado sobre el amor, interrumpido por 13,1-7. El deber nace del amor, no tiene una norma en sí mismo. El amor al hombre engendra un deber universal, pero no definido por códigos; nace de la situación. Ésta era la exigencia profunda de la Ley (Éx 20,13-17; Dt 5,17-21; Lv 19,18) (8-10). La presión que ejerce la edad futura sobre la presente era un lugar común de la exhortación. Revestirse de, "incorporarse a", vivir plenamente lo que significa ser miembros del Señor, guiados por el Espíritu, no por el egoísmo (11-14).

CARTA A LOS ROMANOS. DEBERES CON LA AUTORIDAD. 13,1-7.

13      1Sométase todo individuo a las autoridades constituidas; no existe autoridad sin que lo disponga Dios y, por tanto, las actuales han sido establecidas por él. 2En consecuencia, el insumiso a la autoridad se opone a la disposición de Dios y los que se le oponen se ganarán su sentencia.
              3De hecho los que mandan no son una amenaza para la buena acción, sino para la mala. ¿Quieres no tener miedo a la autoridad? 4Sé honesto y tendrás su aprobación, pues ella es agente de Dios para ayudarte a lo bueno. En cambio, si no eres honesto, teme, que por algo lleva la espada: es agente de Dios, ejecutor de su reprobación contra el delincuente.
              5Por eso forzosamente hay que estar sometido, no sólo por miedo a esa reprobación, sino también por motivo de conciencia. 6Y por la misma razón pagáis impuestos, porque son funcionarios de Dios dedicados en concreto a esa misión. 7Pagad a cada uno lo que debáis: impuestos, contribución, respeto, honor, lo que le corresponda.

EXPLICACIÓN.

1-7.   Este párrafo es muy probablemente una interpolación posterior al texto de la carta. Encuentro del cristiano con la sociedad en que vive, tanto en el régimen judicial como en el pago de impuestos. Se hace derivar la existencia de autoridades de una disposición divina (no de una participación de la autoridad de Dios). Dios la respalda. Quizá temía el autor que, como muchos judíos contestaban al dominio romano, algunos judíos creyentes crearan dificultades a la iglesia adoptando actitudes extremistas.


         No se habla de obediencia, sino de sumisión; es decir, no es cuestión de una respuesta libre y personal, sino de la aceptación de una realidad. Sin embargo, que la autoridad fuese la norma del bien y del mal era ya inaceptable para muchos judíos (4). En realidad, el autor propone una teología de la autoridad que había caído en descrédito desde que Israel estuvo sometido al yugo extranjero.

V. ACTUALIZANDO LA SALVACIÓN. CULTO Y MORAL CRISTIANOS. 12,1-21.

12       1Por ese cariño de Dios os exhorto, hermanos, a que ofrezcáis vuestra propia existencia como sacrificio vivo, consagrado, agradable a Dios, como vuestro culto auténtico; 2y no os amoldéis al mundo este, sino idos transformando con la nueva mentalidad, para ser vosotros capaces de distinguir lo que es voluntad de Dios, lo bueno, conveniente y acabado.
              3Además, en virtud del don que he recibido, aviso a cada uno de vosotros, sea quien sea, que no se tenga en más de lo que hay que tenerse, sino que se tenga en lo que debe tenerse, según el cupo de fe que Dios haya repartido a cada uno.
              4Porque en el cuerpo, que es uno, tenemos muchos miembros, pero no todos tienen la misma función; 5lo mismo nosotros, con ser muchos, unidos a Cristo formamos un solo cuerpo y, respecto de los demás, cada uno es miembro; 6pero con dotes diferentes, según el regalo que Dios nos haya hecho: si es el hablar inspirado, ejérzase en proporción a la fe; 7si es el servicio, dedicándose a servir; si es el que enseña, a enseñar; 8si es el que exhorta, a exhortar. El que contribuye, hágalo con esplendidez; el encargado, con empeño; el que reparte la asistencia, con simpatía.
             9El amor, sin ficciones: aborreced lo malo y apegaos a lo bueno. 10Como buenos hermanos, sed cariñosos unos con otros, rivalizando en la estima mutua. 11En la actividad no os echéis atrás; en el espíritu manteneos fervientes, siempre al servicio del Señor. 12Que la esperanza os tenga alegres, sed enteros en las dificultades y asiduos a la oración; 13haceos solidarios de las necesidades de los consagrados; esmeraos en la hospitalidad.
             14Bendecid a los que os persiguen; bendecir, sí, no maldigáis. 15Con los que están alegres, alegraos; 16con los que lloran, llorad. Andad de acuerdo unos con otros; no penséis en grandezas, que os itre lo humilde; no mostréis suficiencia.
             17No devolváis a nadie mal por mal. Procurad la buena reputación entre la gente (Prov 5,4); 18en cuanto sea posible y por lo que a vosotros os toca, estad en paz con todo el mundo.
             19Amigos, no os toméis la venganza, dejad lugar al castigo, porque dice el Señor en la Escritura: "Mía es la venganza, yo daré lo merecido" (Dt 32,35). 20En vez de eso, "si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber; así le sacarás los colores a la cara" (Prov 25,21s). 21No te dejes vencer por el mal, vence al mal a fuerza de bien.

EXPLICACIÓN.

1-21.    Comienza el desarrollo ético. Cambian el estilo y la materia. Problema implícito: ¿cómo sustituir la función ética de la Ley?, ¿quién guía la conducta del cristiano? (cf. 8,12: el Espíritu). La ética no está en relación con un código; por la unión a Jesús y el don del Espíritu, la conducta es una respuesta al amor de Dios manifestado. Existencia, gr. sôma, que designa al individuo en su capacidad de actuar. El culto es la entrega a los demás (cf. Jn 4,24). No pueden darse normas éticas precisas, pues cada circunstancia muestra una exigencia del amor, y a ella ha de responder el cristiano.

             Condición para el descernimiento: abandonar la mentalidad del mundo y adoptar la escala de valores representada por la cruz de Jesús. Culto auténtico. (gr. logikê), opuesto al exterior y formal. Lo bueno, lo que contribuye al bien; lo conveniente o agradable, lo que responde a la necesidad de otro; lo acabado o perfecto, lo eficaz, lo que alcanza su objetivo, sin limitarse a buenas intenciones (1-2).

             Dedicación sin pretensiones (3-8). Diversidad de dones dentro de la comunidad, que permiten diferentes servicios; éstos, por ser complementarios, le dan unidad y consistencia. El don de Dios a cada uno le indica su línea de servicio; debe tomarse en serio, pero sin atribuirle más importancia que la de su utilidad. El don particular de Pablo es ser apóstol de los paganos. Los dones señalan una tarea social.


             El amor, principio de moral social (9,21). Consiste en el don de sí mismo y es característico de Dios; el cristiano lo conoce por experiencia (3-5). El amor es solidario (15) y modesto (16); no busca la relevancia (3,5). Buena reputación (Prov 5,4). Esforzarse por crear una convivencia pacífica (18). Nada de venganza, dos males no hacen un bien (19); el castigo, atribuido a Dios (Dt 32,35), es la dialéctica misma pecado-muerte (19). Le sacarás los colores a la cara, sentido de la expresión hebrea "amontonarás ascuas sobre su cabeza", cf. Prov 25,21s. El enemigo se avergonzará de serlo (20).

CARTA A LOS ROMANOS. SALVACIÓN UNIVERSAL. 11,25-36.

  25Y no quiero que ignoréis, hermanos, el designio que se esconde en esto, para que no os sintáis suficientes: la obcecación de una parte de Israel durará hasta que entre el conjunto de los pueblos; 26entonces todo Israel se salvará, como dice la Escritura:

                 Llegará de Sión el libertador,
                 para expulsar de Jacob los crímenes;
                 27así será la alianza que haré con ellos
                cuando perdone sus pecados (Is 59,20; 27,9).

         28Por un lado, considerando el evangelio, son enemigos, para ventaja nuestra; pero por otro, considerando la elección, son predilectos, por razón de los patriarcas, 29pues los dones y la llamada de Dios son irrevocables. 30Vosotros, antes rebeldes a Dios, a través de la rebeldía de ellos habéis obtenido misericordia; 31lo mismo ellos: son ahora rebeldes para, a través de esa misericordia que habéis obtenido vosotros, obtener a su vez misericordia. 32Porque Dios encerró a todos en la rebeldía, para tener misericordia de todos.
          33¡Qué abismo de riqueza, de sabiduría y de conocimiento el de Dios! ¡Qué insondables sus decisiones y qué irrastreables sus caminos! 34Pues, "¿quién conoce la mente del Señor? 35¿Quién es su consejero? ¿Quién le ha prestado para que él le devuelva?" (Is 40,13). 36Él es origen, camino y meta del universo: a él la gloria por los siglos, amén.

EXPLICACIÓN.

25-36.    Hay esperanza para Israel. La elección misma hace concluir que obtendrá la salvación (25-32). La inteligencia humana es limitada y no puede abarcar el designio de Dios (Is 40,13s) (33-36).         

CARTA A LOS ROMANOS. AVISO A LOS DE ORIGEN PAGANO. 11,13-24.

          13Ahora voy con vosotros, los de origen pagano. Yo soy apóstol de los paganos y, como tal, procuro dar publicidad a mi trabajo, 14a ver si les entra envidia a los de mi raza y salvo a algunos. 15Porque si descartarlos a ellos ha supuesto reconciliación para el mundo, ¿qué será el acogerlos, sino un volver de muerte a vida? 16Además, si están consagradas las primicias, lo está también la masa, y, si está consagrada la raíz, también lo están las ramas.
          17Han desgajado algunas ramas y, entre las que quedaban, te han injertado a ti, que eres de acebuche; así entraste a participar con ellos de la raíz y savia del olivo. 18Pero no presumas con las ramas; y, si te da por presumir, recuerda que no sostienes tú la raíz, sino que la raíz te sostiene a ti.
          19Dirás tú: "Desgajaron ramas para injertarme a mí". 20Perfectamente: las desgajaron por su falta de fe y tú te mantienes por la fe; conque no seas soberbio y ándate con cuidado, 21que si Dios no tuvo miramientos con las ramas naturales, a lo mejor tampoco los tiene contigo.
          22Fíjate en la bondad y en la severidad de Dios: para los que cayeron, severidad: para ti, su bondad. Con tal que no te salgas de su bondad, que, si no, también a ti pueden cortarte; 23mientras a ellos, si no persisten en su falta de fe, los injertarán, que Dios tiene poder para injertarlos de nuevo. 24Si a ti te cortaron de tu acebuche nativo y, contra tu natural, te injertaron en el olivo, cuánto más fácil será injertarlos a ellos, nacidos del olivo, en el tronco en que nacieron.

EXPLICACIÓN.

13-24.    Consecuencias. Si la conversión de Israel será un gran beneficio para los paganos, la actividad de Pablo con éstos tiene como última finalidad la conversión de Israel (13-16). Los paganos no deben pensar que ellos son más importantes. Deben tener respeto a Israel, de donde ha salido la salvación. Una fe que es motivo de orgullo ya no salva. Los paganos han de ser fieles a Dios que, por su bondad, los llamó (17-24).

CARTA A LOS ROMANOS. 11,1-12.

11       1Entonces me pregunto: ¿habrá Dios desechado a su pueblo? ¡Ni pensarlo! También yo soy israelita, descendiente de Abrahán, de la tribu de Benjamín. 2Dios no ha desechado a su pueblo, que él eligió.
                 Recordáis, sin duda, aquello que cuenta de Elías la Escritura, cómo interpelaba a Dios en contra de Israel: 3"Señor, han matado a tus Profetas y derrocado tus altares; me he quedado yo solo y atentan contra mi vida". 4Pero, ¿qué le responde la voz de Dios?: "Me he reservado siete mil hombres que no han doblado la rodilla ante Baal" (1 Re 19,10.18).
                 5Pues lo mismo ahora, en nuestros días, ha quedado un residuo, escogido por puro favor. 6Y si es por puro favor, ya no se basa en las obras, si no el favor dejaría de serlo. 7¿Qué se sigue? Que Israel no consiguió lo que buscaba; los escogidos lo consiguieron, mientras los demás se han obcecado, 8como estaba escrito:

                 Dios les embotó el espíritu,
                 les dio ojos para no ver
                 y orejas para no oír
                hasta el día de hoy (Dt 19,3; 29,4; Is 29,10).

               9Y David dice:
               Que su mesa les sirva de trampa y de lazo,
               de tropiezo y de castigo;
               10que sus ojos se nublen y no vean,
               haz que su espalda esté siempre encorvada (Sal 68,23-24).

            11Pregunto ahora: ¿Han caído para no levantarse? Por supuesto que no. Si por haber caído ellos la salvación ha pasado a los paganos, es para dar envidia a Israel. 12Por otra parte, si su caída ha supuesto riqueza para el mundo, es decir, si su devaluación ha supuesto riqueza para los paganos, ¿qué no será su afluencia en masa?

EXPLICACIÓN.


1-12.     Vuelve la doctrina del resto de Israel con el ejemplo de Elías, anterior a Isaías. También ahora hay judíos, como Pablo, que han aceptado el plan de Dios (1 Sm 12,22) (2). Como en otros momentos de la historia de Israel, el resto es un eslabón de continuidad (1 Re 19,10.18) (3-5). La masa de Israel no ha respondido, se ha endurecido, y Dios no puede comunicarse a quien se niega a aceptarlo. Pero la bendición nunca se cambia en maldición, aunque tome forma de castigo. Dios quería darse a conocer a todos los pueblos por medio de Israel, pero, si éste ha fallado, no puede renunciar a realizar su plan de amor a la humanidad. La defección de Israel no puede privar a los paganos de la salvación. Israel se conmoverá al ver las promesas realizadas en otros. Entonces llegará su hora, que enriquecerá a la humanidad entera (6-12).

CARTA A LOS ROMANOS. RESISTENCIA DE ISRAEL. 10,16-21.

16 Sin embargo, no todos han respondido a la buena noticia. Mirad lo que dice Isaías: "Señor, ¿quién ha dado fe a nuestro mensaje?" (Is 53,1). 17¿Lo ves? La fe sigue al mensaje, y el mensaje es el anuncio del Mesías. 18Pero pregunto yo: ¿Será que no han oído hablar? Todo lo contrario, "a toda la tierra alcanzó su pregón y hasta los límites del orbe su lenguaje" (Sal 19,5). 19Insisto: ¿será que Israel no ha entendido? Para empezar, cito a Moisés:

                     Yo os daré envidia con un pueblo ilusorio,
                     os irritaré con una nación fatua (Dt 32,21).

           20 E Isaías se atreve a más:
                    Me encontraron los que no me buscaban,
                    me rebelé a los que no preguntaban por mí (Is 65,1).

          21En cambio, de Israel dice:
                    Tenía mis manos extendidas todo el día
                    hacia un pueblo rebelde y provocador (Is 65,2).

EXPLICACIÓN.

16-21.      Los israelitas no sólo tenían los textos del Deuteronomio, sino que la apertura a los paganos se les había declarado explícitamente por medio de los profetas (Is 53,1), y la habían rechazado. Proclamación universal (Sal 19,5). Pablo describe los hechos de su tiempo usando testimonios proféticos.          

martes, 21 de febrero de 2012

CARTA A LOS ROMANOS. LIBERTAD HUMANA: ISRAEL Y EL EVANGELIO. 9,30-10,15.

30¿Qué se concluye? Que los paganos, que no tenían por meta una rehabilitación, consiguieron una rehabilitación, la rehabilitación por la fe. 31Israel, en cambio, que tenía por meta una Ley rehabilitadora, no llegó a la Ley. 32¿Qué pasó? Que al no apoyarse en la fe, sino, como ellos sostienen, en las obras, tropezaron con el obstáculo de esa piedra 33que menciona la Escritura:
                  Mirad, coloco en Sión una piedra de obstáculo,
                  una roca para caerse;
                  pero quien crea en ella no quedará defraudado (Is 28,16).
10      1Hermanos, mi anhelo más profundo y lo que pido a Dios por ellos es que se salven. 2Que tienen fervor religioso lo declaro en su honor, pero mal entendido; 3pues, olvidándose de la rehabilitación que Dios da y porfiando por mantenerla a su modo, no se sometieron a la rehabilitación de Dios. 4Porque el fin de la Ley es el Mesías, y con eso se rehabilita a todo el que cree.
             5La rehabilitación que viene por la Ley la define Moisés en estos términos: "El que cumple estos preceptos, por ellos vivirá" (Lv 18,5); 6en cambio, la rehabilitación que viene por la fe se expresa así: "No te preguntes: ¿quién subirá al cielo? (es decir, con la idea de hacer bajar al Mesías); 7ni tampoco: ¿quién bajará al abismo?" (es decir, con la idea de sacar al Mesías de la muerte). 8¿Qué dice entonces? Esto: "A tu alcance está la palabra, en tus labios y en tu corazón" (Dt 30,14); la palabra, es decir, la fe que proclamamos. 9Porque si tus labios profesan que Jesús es Señor y crees de corazón que Dios lo resucitó de la muerte, te salvarás. 10La fe interior obtiene la rehabilitación y la profesión pública obtiene la salvación, 11pues dice la Escritura: "Ninguno que crea en él quedará defraudado" (Is 28,16). 12Y ya no hay distinción entre judío y griego, porque uno mismo es el Señor de todos, generoso con todos lo que lo invocan; 13porque "todo el que invoca el nombre del Señor se salvará" (Jl 3,5).
             14Pero, ¿cómo van a invocarlo sin creer en él?, y ¿cómo van a creer sin oír hablar de él?, y ¿cómo van a oír sin uno que lo anuncie? 15y ¿cómo lo van a anunciar sin ser enviados? Según aquello de la Escritura: "Bienvenidos los que traen buenas noticias" (Is 52,7).

EXPLICACIÓN.

9,30-10,15. Responsabilidad humana. Los paganos no han conseguido la rehabilitación con su propio esfuerzo, en cambio Israel ha pretendido hacerlo; mal camino, porque el amor no se puede forzar. Ahora que Dios ha manifestado inequívocamente su voluntad, Israel la rechaza, aferrándose a la Ley. Pero era necesario abolirla, para que todos pudiesen creer. El Mesías, fin de la Ley. El fervor, estado psicológico, no tiene valor en sí mismo, ni la sinceridad establece la verdad (9,30-10,4).

                Se podría haber logrado la rehabilitación por la Ley (Lv 18,5) si no hubiera estado por medio el pecado (5) (cf. 7,7-25). El Mesías no es una figura celeste inaccesible, como el de la literatura apocalíptica, ni tampoco un maestro del pasado (abismo) (Dt 9,4), sino el Señor que está cerca (6-7). La nueva palabra es la profesión de fe, que nace del corazón (Dt 30,12-14). La fe, que es entrega a Dios en la adhesión a Jesús Mesías, obtiene la rehabilitación. La profesión pública, que es una ruptura con el pasado y un compromiso de acción, obtiene vida (Espíritu) y salvación (Is 28,16; Jl 3,5) (10-13). Jesús, a diferencia de Moisés, no ha dejado libros. Es la palabra viva de la predicación la que transmite su mensaje (Is 52,7) (14-15).         

CARTA A LOS ROMANOS. DIOS ELIGE A SUS COLABORADORES. 9,6-29.

          6No es que Dios haya faltado a su palabra, es que no todos los descendientes de Israel son pueblo de Israel, 7como tampoco todos los descendientes de Abrahán son hijos de Abrahán; no, "por Isaac continuará tu apellido" (Gn 21,12). 8Es decir, que no es la generación natural la que hace hijos de Dios, 9es lo engendrado en virtud de la promesa lo que cuenta como descendencia, pues aquel dicho contenía una promesa: "Volveré por este tiempo y Sara tendrá ya un hijo" (Gn 18,10).
          10Pero hay más: Rebeca concibió dos gemelos de Isaac nuestro antepasado. 11Pues bien, para continuar el propósito de Dios de elegir no por las obras, sino porque él llama, antes de que nacieran y pudieran hacer nada bueno ni malo, se dijo a Rebeca: 12"El mayor será siervo del menor" (Gn 25,23), 13conforme al otro pasaje de la Escritura: "Quise a Jacob más que a Esaú" (Mal 1,2s).
           14-¿Qué se concluye? ¿Qué Dios es injusto?
           15-¡De ninguna manera! De hecho, él le dijo a Moisés: "Tendré misericordia de quien yo quiera y compasión de quien yo quiera" (Éx 33,19). 16En consecuencia, la cosa no está que uno quiera o se afane, sino en que Dios tenga misericordia, 17pues se dice al Faraón en la Escritura: "Con este solo fin te he suscitado, para mostrar en ti mi fuerza y que se extienda mi fama por toda la tierra" (Éx 9,16). 18En conclusión: Dios tiene misericordia de quien quiere y deja endurecerse a quien quiere.

LIBERTAD Y MISERICORDIA DE DIOS.

             19Ahora me dirás tú: ¿Y por qué todavía se queja? ¿Quién puede resistir a su voluntad?
             20¡Vamos, hombre! ¿Quién eres tú para contestarle a Dios? ¿Va a decirle la arcilla al que modela (Is 29,16); por qué me has hecho así? 21¿No tiene el alfarero derecho sobre la arcilla para hacer del mismo barro un objeto de valor y uno ordinario?
             22¿Y si Dios quisiera mostrar su reprobación y manifestar su potencia soportando con mucha paciencia a los que eran objeto de reprobación, ya prontos para destruirlos, 23y dar a conocer su inagotable esplendidez con los que eran objeto de misericordia, que él había preparado para la gloria?... 24que somos nosotros, llamados además por él no sólo de entre los judíos, sino también de entre los paganos. 25 Eso es lo que dice en el libro de Oseas:

                     Llamaré pueblo mío al que no es mi pueblo,
                     a la no amada la llamaré amada mía;
                    26y en el mismo sitio donde les dijeron
                    "no sois mi pueblo",
                    los llamarán "hijos de Dios" (Os 1,10).

              27 Isaías, por su parte, clama a propósito de Israel:

                    Aunque el número de los hijos de Israel
                    fuese como la arena del mar,
                    se salvará sólo el residuo;
                    28porque sin mengua y sin tardanza
                   cumplirá el Señor su palabra
                   en la tierra (Is 10,22-23).

              29Pero también predijo Isaías:

                  Si el Señor de los ejércitos
                  no nos hubiera dejado una semilla,
                  seríamos como Sodoma,
                  nos pareceríamos a Gomorra (Is 1,9).

EXPLICACIÓN.

6-29.     Pablo afirma la fidelidad y libertad divinas. Niega que Dios, en virtud de su promesa a Abrahán (v.7: Gn 21,12; v.9: Gn 18,10), esté obligado a salvar a Israel como un todo, independientemente de la conducta de los individuos. Dios salvará a su pueblo, pero se trata de saber quién es su pueblo. Si elige a los paganos, ellos serán su pueblo, y así estaba anunciado por los profetas (cf. vv. 25-26, Os 1,10, aunque esta profecía se refería a los judíos, no a los paganos). Por tanto, aunque todo Israel quedase descartado, no se rompería la promesa. Dios la ha cumplido a su manera y nadie podrá decir que sea injusto. Quise más, lit. "amé... odié" (Gn 25,23; Mal 1,2-3; cf. Mt 22,14) (13).

              Dios no es injusto (14), porque obra por misericordia, y ésta no está determinada por nada exterior (Éx 33,19) (15-16). No se trata de predestinación, sino de elección como instrumento de salvación. Pablo está pensando en el caso de Israel, desechado ahora como tal instrumento, y encuentra dificultades para argumentar. La rebelión de Israel no ha anulado el plan de Dios, como tampoco la resistencia de Faraón (Éx 9,16) consiguió impedir el propósito de Dios de formarse un pueblo bajo el liderazgo de Moisés (17). Deja endurecerse (18), lit. "endurece", en sentido permisivo; es la reacción de Dios a la dureza ya existente, sellando una situación. Puede suavizarse la exposición de Pablo añadiendo que la mala opción es un momento de crisis y que Dios espera el arrepentimiento. Esto vale lo mismo para Faraón que para Israel (6,18).

             Nueva objeción (19). Libertad de Dios (Is 29,16) (20). Tampoco se trata aquí de la salvación, sino de las funciones que hombres o pueblos han de ejercer (21: objeto de valor u ordinario). Dios no destruye a los rebeldes, porque el hombre es capaz de arrepentimiento; si sanciona, no es para destruir. Pero no ha querido que la salvación de la humanidad tenga que esperar el arrepentimiento. Hay una esperanza para Israel (Is 10,22s; cf. Is 1,9) (22-29).

IV. LA TRAGEDIA DE ISRAEL. EL PLAN DE SALVACIÓN EN LA HISTORIA. 9,1-5.

9         1Como cristiano que soy, digo la verdad, no miento; me lo asegura mi conciencia, iluminada por el Espíritu Santo; 2siento una gran pena y un dolor íntimo e incesante, 3pues, por el bien de mis hermanos, los de mi raza y sangre, quisiera ser yo mismo un proscrito lejos del Mesías.
              4Ellos descienden de Israel, fueron adoptados como hijos, tienen la presencia de Dios, la alianza, la Ley, el culto y las promesas; 5suyos son los Patriarcas, y de ellos en lo humano nació el Mesías, ¡Dios que está sobre todo, bendito sea por siempre! Amén.

EXPLICACIÓN.

1-5       Exordio de la sección. Empieza ex abrupto, sin conexión con lo que precede. Pablo ha hablado de la abrogación de los privilegios de Israel (3,9-20; 4,9-12), pero le duele ver que Israel como pueblo no tiene parte en las bendiciones de la nueva edad. Aunque la buena noticia se ofrece primero a los judíos (1,16), éstos la rechazan.


           Como cristiano, lit. "en Cristo", es decir, unido a Cristo, expresión más antigua y equivalente al adjetivo "cristiano". Dios que está sobre todo, etc., según una puntuación posible del texto. Los autores difieren sobre la puntuación y traducción del pasaje.

CARTA A LOS ROMANOS. CERTEZA DE LA SALVACIÓN. 8,31-39.

           31¿Cabe decir más? Si Dios está a favor nuestro, ¿quién podrá estar en contra? 32Aquel que no escatimó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo es posible que con él no nos lo regale todo? 33¿Quién será el fiscal de los elegidos de Dios? Dios, el que perdona. Y 34¿a quién tocará condenarlos? Al Mesías Jesús, el que murió, o, mejor dicho, resucitó, el mismo que está a la derecha de Dios, el mismo que intercede en favor nuestro. 35¿Quién podrá privarnos de ese amor del Mesías? ¿Dificultades, angustias, persecuciones, hambre, desnudez, peligros, espada? 36Dice la escritura:

                Por ti estamos a la muerte todo el día,
                nos tienen por ovejas de matanza (Sal 43,23).

           37Pero todo eso lo superamos de sobra gracias al que nos amó. 38Porque estoy convencido de que ni muerte ni vida, ni ángeles ni soberanías, ni lo presente ni lo futuro, ni poderes, 39ni alturas, ni abismos, ni ninguna otra criatura podrá privarnos de ese amor de Dios, presente en el Mesías Jesús, Señor nuestro.

EXPLICACIÓN.

31-39.    Ninguna intranquilidad para el cristiano, sobre él no pesa condena alguna (cf. 8,1). Dios, el ofendido, no acusa; Jesús Mesías, el presunto juez, se hace abogado defensor. En Dios no hay aspectos negativos. Él no sólo da la victoria sobre el pecado, sino también la posibilidad de superar los obstáculos externos. Tampoco los determinismos cósmicos (ángeles, soberanías) se imponen al hombre. No se excluye el esfuerzo, pero no hay temor al fracaso.

CARTA A LOS ROMANOS. LA ESPERANZA DE LA GLORIA. 8,18-30.

18Sostengo además que los sufrimientos del tiempo presente son cosa de nada comparados con la gloria que va a revelarse reflejada en nosotros.
           19De hecho, la humanidad otea impaciente aguardando a que se revele lo que es ser hijo de Dios; 20porque, aun sometida al fracaso (no por su gusto, sino por aquel que la sometió), esta misma humanidad abriga una esperanza: 21que se verá liberada de la esclavitud a la decadencia, para alcanzar la libertad y la gloria de los hijos de Dios.
          22Sabemos bien que hasta el presente la humanidad entera sigue lanzando un gemido universal con los dolores de su parto. 23Más aún: incluso nosotros, que poseemos el Espíritu como primicia, gemimos en lo íntimo a la espera de la plena condición de hijos, del rescate de nuestro ser, 24pues con esta esperanza nos salvaron. Ahora bien, esperanza de lo que se ve ya no es esperanza; ¿quién espera lo que ya ve? 25En cambio, si esperamos algo que no vemos, necesitamos constancia para aguardar.
          26Pero, además, precisamente el Espíritu acude en auxilio de nuestra debilidad: nosotros no sabemos a ciencia cierta lo que debemos pedir, pero el Espíritu en persona intercede por nosotros con gemidos sin palabras; 27y aquel que escruta el corazón conoce la intención del Espíritu, porque éste intercede por los consagrados como Dios quiere.
          28Sabemos también que, con los que aman a Dios, con los que él ha llamado siguiendo su propósito, él coopera en todo para su bien. 29Porque Dios los eligió primero, destinándolos dese entonces a que reprodujeran los rasgos de su Hijo, de modo que éste fuera el mayor de una multitud de hermanos; 30y a esos que había destinado, los llamó; a esos que llamó los rehabilitó, y a esos que rehabilitó les comunicó la gloria.

EXPLICACIÓN.

18-30. Precisa Pablo lo dicho en 8,17: no hay comparación entre sufrimientos y gloria (18). La humanidad, mejor que "la creación", según el contexto y el uso de Pablo (cf. 2 Cor 5,17; Gál 6,15; también Mc 16,15); se trata de la humanidad en general, por oposición a los que tienen el Espíritu, la misma humanidad corrompida descrita en caps. 1-3. El que la sometió (20), Dios, formulación religiosa de las consecuencias del pecado. Pero la humanidad sabe que la sanción es transitoria. La libertad no es sólo liberación del pecado, sino participación de la gloria divina (19-21).
          Los cristianos conocen el sentido de la historia: un parto difícil. Y saben formular la esperanza: la filiación plena, la liberación de la persona (22-25). La espera es activa (oración), no pasiva. En un mundo confuso, los cristianos no siempre ven claro lo que conduce al reino de Dios; el Espíritu, sí (26-27). Cooperación de Dios con los cristianos incluso en circunstancias hostiles. No es que la calamidad sea de algún modo buena, sino que nada puede separar al cristiano del amor que Dios le tiene (cf. 8,35). La salvación es actual y consiste en reproducir los rasgos del hijo de Dios (cf. 8,17) (29-30).         

CARTA A LOS ROMANOS. LIBERACIÓN: VIDA POR EL ESPÍRITU. 8,1-17.

8       1En consecuencia, ahora no pesa condena alguna sobre los del Mesías Jesús, 2pues, mediante el Mesías Jesús, el régimen del Espíritu de la vida te ha liberado del régimen del pecado y de la muerte.
           3Es decir, lo que resultaba imposible a la Ley, reducida a la impotencia por los bajos instintos, lo ha hecho Dios: envió a su propio Hijo en una condición como la nuestra pecadora, para el asunto del pecado, y en su carne mortal sentenció contra el pecado. 4Así, la exigencia contenida en la Ley puede realizarse en nosotros, que ya no procedemos dirigidos por los bajos instintos, sino por el Espíritu.
           5Porque los que se dejan dirigir por los bajos instintos tienden a lo bajo, mientras los que se dejan dirigir por el Espíritu tienden a lo propio del Espíritu; 6de hecho, los bajos instintos tienden a la muerte; el Espíritu, en cambio, a la vida y a la paz. 7La razón es que la tendencia de los bajo significa rebeldía contra Dios, pues no se somete a la Ley de Dios; en realidad, ni siquiera lo puede, 8y los que viven sujetos a los bajos instintos son incapaces de agradar a Dios.
           9Vosotros, en cambio, no estáis sujetos a los bajos instintos, sino al Espíritu, ya que el Espíritu de Dios habita en vosotros; y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, ése no es cristiano. 10Pues bien, si Cristo está en vosotros aunque vuestro ser estuvo muerto por el pecado, el Espíritu es vida por la amnistía; 11y si el Espíritu del que resucitó a Jesús de la muerte habita en vosotros, el mismo que resucitó al Mesías dará vida también a vuestro ser mortal, por medio de ese Espíritu suyo que habita en vosotros.
           12Resumiendo, hermanos, deudores los somos, pero no de los bajos instintos para tener que vivir a su manera. 13Si vivís de ese modo, vais a la muerte, y, al contrario, si con el Espíritu dais muerte a las bajas acciones, viviréis; 14porque hijos de Dios son todos y sólo aquellos que se dejan llevar por el Espíritu de Dios.
          15Mirad, no recibisteis un espíritu que os haga esclavos y os vuelva al temor; recibisteis un Espíritu que os hace hijos y que nos permite gritar; ¡Abba! ¡Padre! 16Ese mismo Espíritu le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios; 17ahora, si somos hijos, somos también herederos; herederos de Dios, coherederos con el Mesías; y el compartir sus sufrimientos es señal de que compartiremos también su gloria.

EXPLICACIÓN.

1-17. El cap.7 termina con el testimonio personal de que Dios ha puesto término al estado de miseria del hombre. Ahora Pablo va a explicar cómo. Las bases son: la nueva solidaridad con Jesús (6,11) y la antítesis Espíritu-código (7,6).

         La palabra clave es "Espíritu": viento, aliento de Dios, su fuerza de vida, que irrumpe en la vida humana: la fuerza en medio de la debilidad. La ley del pecado: esclavitud y destino de muerte. Ley del Espíritu: régimen de la gracia/favor divino, que libera de la esclavitud al pecado y de la autoridad de la Ley (1-2). En el conflicto entre Jesús, el Hijo de Dios, y el pecado, éste pierde su dominio. La exigencia contenida en la Ley era la del amor mutuo; con el Espíritu, fuerza de amor, el cristiano encuentra el modo de cumplir esta exigencia (12,1; 13,8-10) (3-4).


         Oposición entre el Espíritu y los bajos instintos (5-8). Condición del cristiano: su yo ya no es sólo psico-somático, sino, además, psico-pneumático; posee la vida divina, además de la existencia humana. Ninguna preocupación por los pecados pasados ni por la muerte futura (9-11). Dios es la vida; para tenerla, hay que ser hijo suyo por el Espíritu, y ser hijo se muestra en la conducta (12-14). Corrige Pablo la metáfora de la esclavitud hecha en 6,22: nada de esclavos, sino hijos, condición que excluye todo temor. Horizonte del cristiano (15-17).

lunes, 20 de febrero de 2012

CARTA A LOS ROMANOS. LA LEY, RÉGIMEN DE MUERTE. 7,7-25.

    7-Conclusión: que Ley es sinónimo de pecado.
          -¡Ni mucho menos! Es verdad que, si descubrí el pecado, fue sólo por la Ley. Yo realmente no sabía lo que era el deseo hasta que la Ley no dijo: "No desearás", 8y entonces el pecado, tomando pie del mandamiento, provocó en mí toda clase de deseos. De hecho, en ausencia de Ley, el pecado está muerto, 9mientras yo, antes, cuando no había Ley, estaba vivo. Pero, al llegar el mandamiento recobró vida el pecado 10y morí yo: me encontré con que el mismo mandamiento destinado a dar vida, daba muerte, 11porque el pecado, tomando pie del mandamiento, me engañó y, con el mandamiento, me mató.
          12-Así que la Ley es santa y el mandamiento santo, justo y bueno. 13En todo caso, eso en sí bueno se convirtió en muerte para mí.
          -No, tampoco, sino que el pecado aparece como pecado porque utiliza eso en sí bueno para provocarme la muerte; de ese modo, gracias al mandamiento, resalta hasta el extremo lo criminal del pecado.
          14La Ley es espiritual, de acuerdo, pero yo soy un hombre de carne y hueso, vendido como esclavo al pecado. 15Lo que realizo no lo entiendo, pues lo que yo quiero, eso no lo ejecuto y, en cambio, lo que detesto, eso lo hago. 16Ahora, si lo que hago es contra mi voluntad, estoy de acuerdo con la Ley en que ella es excelente, 17pero entonces ya no soy yo el que realiza eso, es el pecado que habita en mí.
          18Veo claro que en mí, es decir, en mis bajos instintos, no anida nada bueno, porque el quere lo excelente lo tengo a mano, pero el realizarlo no; 19no hago el bien que quiero; el mal que no quiero, eso es lo que ejecuto. 20Ahora, si lo que yo hago es contra mi voluntad, ya no soy yo el que lo realiza, es el pecado que habita en mí.
          21 Así, cuando quiero hacer lo bueno, me encuentro fatalmente con lo malo en las manos. 22En lo íntimo, cierto, me gusta la Ley de Dios, 23pero en mi cuerpo percibo unos criterios diferentes que guerrean contra los criterios de mi razón y me hacen prisionero de esa ley del pecado que está en mi cuerpo. 25b En una palabra: yo de por mí, por un lado, con mi razón, estoy sujeto a la Ley de Dios; por otro, con mis bajos instintos, a la le del pecado.
          24¡Desgraciado de mí! ¿Quién me librará de este ser mío, instrumento de muerte? 25aPero, ¡cuántas gracias le doy a Dios por Jesús, Mesías, Señor nuestro!

EXPLICACIÓN.

7-25.   Estar bajo la Ley equivale a estar bajo el pecado (6,14), pues la Ley atiza las pasiones pecaminosas (7,5). Conclusión del objetor: Ley es sinónimo de pecado. Pablo lo niega rotundamente (7a). No desearás, Éx 20,17. El pasaje no trata de la experiencia cristiana, pues el cristiano está libre de la Ley (6,14); expone la situación del hombre que vive bajo la Ley con deseo de perfección egocéntrica e hipertrofia del yo, en su confrontación desesperante con la Ley, que le demuestra la inutilidad de su esfuerzo. La Ley en sí misma no es instrumento de salvación, pero tampoco de perdición. Ahora bien, el pecado la ha utilizado, engañando al hombre. La Ley prometía vida, y el pecado ha transformado el deseo de vida en afán de autoafirmación y autosuficiencia. Pablo personifica al pecado; duelo entre el hombre y el pecado, en que uno solo puede quedar con vida. El pecado crea la imagen de un Dios tirano y persuade al hombre de que la vida consiste en librarse de Dios (7b-11).   

             Unión de Ley y muerte (5,12; 6,16.21.23; 7,10), opuesta al deseo de vida. Ahí está el engaño: en el ansia de autoafirmación no hay más que muerte, lo mismo si se cumple la Ley que si se viola. Pero la ley es buena porque sigue denunciando el pecado (12-13).

         El pecado puede utilizar la Ley, que es buena, para matar al hombre, por la impotencia de éste; porque los instintos propios de su ser (de carne y hueso) no integran a la persona, a menos que se organicen alrededor de un ideal verdadero. Pero el pecado no es un dueño exterior, está en los bajos instintos del hombre. Separa el querer del obrar; es más, todo lo que hace el hombre resulta contrario a su intención primaria (14-25). Vv. 25b.24.25a: Se invierte el orden de los vv. para conservar la sucesión lógica.

CARTA A LOS ROMANOS. CADUCIDAD DE LA LEY. 7,1-6.

7        1¿Acaso ignoráis, hermanos (y hablo a gente entendida en leyes), que la Ley obliga al individuo sólo mientras vive? 2Así, una mujer casada está legalmente vinculada al marido mientras él está vivo, pero, si el marido muere, queda exenta de las leyes del matrimonio. 3Consecuencia: que si se va con otro mientras vive el marido, se la declara adúltera; en cambio, muerto el marido, está exenta de las leyes del matrimonio y, si se va con otro, no es adúltera.
           4Pues bueno, hermanos míos, en el cuerpo del Mesías os hicieron morir a la Ley; así pudisteis ser de otro, del que resucitó de la muerte, y empezar a ser fecundos para Dios. 5Cuando estabais sujetos a los bajos instintos, las pasiones pecaminosas que atiza la Ley activaban en nuestro cuerpo una fecundidad de muerte, 6ahora, en cambio, al morir a lo que nos tenía cogidos, quedamos exentos de la Ley; así podemos servir en virtud de un espíritu nuevo, no de un código anticuado.

EXPLICACIÓN.


1-6.    Presupuesto: para estar libres del pecado, hay que estarlo de la Ley (cf. 6,14). La comparación con el matrimonio es algo confusa, porque queda libre el que está vivo, no el que muere. Antes se estaba unido a la Ley, ahora, al Mesías: matrimonio fecundo; el resultado natural de la conversión es una conducta rica en buenas obras. No la servidumbre ciega e irresponsable a un código, sino la espontaneidad del Espíritu.

CARTA A LOS ROMANOS. LA NUEVA SOLIDARIDAD EXCLUYE EL PECADO. 6,1-23.

6         1-¿Qué sacamos de esto? ¡Persistamos en el pecado para que cunda la gracia!
             2-¡De ningún modo! Nosotros que hemos muerto al pecado, ¿cómo vamos a vivir todavía sujetos a él?
             3¿Habéis olvidado que a todos nosotros, al bautizarnos vinculándonos al Mesías Jesús, nos bautizaron vinculándonos a su muerte? 4Luego aquella inmersión que nos vinculaba a su muerte nos sepultó con él, para que, así como Cristo fue resucitado de la muerte por el poder del Padre, también nosotros empezáramos una vida nueva. Pues si, por esa acción simbólica 5hemos sido incorporados a su muerte, también lo seremos a su resurrección.
            6Tened esto presente: el hombre que éramos antes fue crucificado con él, para que se destruyese el individuo pecador y así no seamos más esclavos del pecado; 7porque, cuando uno muere, el pecado pierde todo derecho sobre él.
            8Ahora bien, por haber muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él, 9y sabemos que Cristo resucitado de la muerte no muere ya más, que la muerte no tiene dominio sobre él. 10Porque su morir fue un morir al pecado de una vez para siempre; en cambio, su vivir es un vivir para Dios. 11Pues lo mismo: vosotros teneos por muertos al pecado y vivos para Dios, mediante el Mesías Jesús.
           12Por consiguiente, no reine más el pecado en vuestro ser mortal, obedeciendo vosotros a sus deseos, 13ni tengáis más vuestro cuerpo a su disposición como instrumento para la injusticia; no, poneos a disposición de Dios, como muertos que han vuelto a la vida, y sea vuestro cuerpo instrumento para la honradez al servicio de Dios. 14El pecado no tendrá dominio sobre vosotros, porque ya no estáis en régimen de Ley, sino en régimen de gracia.
           15-Entonces, ¿qué? ¡A pecar, que no estamos en régimen de Ley, sino en régimen de gracia!
           16-¡Ni mucho menos! Sabéis muy bien que estar a disposición de alguien obedeciéndole como esclavos es ser de hecho esclavos de ese a quien obedecéis: si es el pecado, para acabar en la muerte; si es la obediencia a Dios, para la vida honrada.
           17Pero, gracias a Dios, aunque erais esclavos del pecado, respondisteis de corazón a la doctrina básica que os transmitieron y, 18emancipados del pecado, habéis entrado al servicio de la honradez 19(hablo en términos humanos, por lo flojos que estáis). Me explico: igual que antes cedisteis vuestro cuerpo como esclavo a la inmoralidad y al desorden para el desorden total, cédelo ahora a la honradez, para vuestra consagración.
           20Es un hecho que, cuando erais esclavos del pecado, la honradez no os gobernaba. 21Y ¿qué salíais ganando entonces de aquello, que ahora reconocéis funesto? Porque eso lleva a la muerte. 22Ahora, en cambio, emancipados del pecado y entrados al servicio de Dios, os vais ganando una consagración que lleva a vida eterna. 23Porque el pecado paga con muerte, mientras Dios regala vida eterna por medio del Mesías Jesús Señor nuestro.

EXPLICACIÓN.

1-23.     Objeción: si la gracia se concede sin límite, lo mejor es que se dé toda la posible; el pecado no tiene importancia (cf. 3,7s). Cuando se afirma que el valor de la conducta humana ante Dios no estriba en la obediencia a un código, sino en la actitud interior, en la fe que inspira la conducta, el legalista acusa de favorecer la inmoralidad y el libertinaje (1).

             Respuesta: ser cristiano significa haber roto con el pecado, no tener nada que ver con él (2). Explicación: todos conocen el bautismo y admiten su significado simbólico de muerte. Hacer solidarios del Mesías Jesús (vinculándose al Mesías Jesús, sentido de la preposición griega eis, que no señala el lugar de la inmersión, sino la unidad de destino, cf.1 Cor 10,2). El que se bautiza, por tanto, se une a la muerte de Jesús, muerte pública y sellada con la sepultura. Pero no es para quedar muertos, sino para una vida nueva ya ahora, con la promesa de la resurrección futura. Por esa acción simbólica, gr. tô homoiômati, determinado, referido al bautismo/inmersión mencionado antes (3-5). Esa muerte significa quedar libres del dominio del pecado (individuo pecador, el término sôma designa a la persona en cuanto presencia y actividad) (6-7).

              Fundamento cristológico: la nueva solidaridad crea una comunidad de destino con Jesús Mesías (8). Con su muerte, Jesús salió del orden de la injusticia, del egoísmo; también el creyente sale del orden antiguo y nace al nuevo, cuyo centro es Dios, con su amor y su gracia (9-10).

             Exhortación a reproducir lo sucedido en Jesús. Todos los materiales para construir la nueva personalidad están a disposición: hay que ponerse a ello (cf. 8,13) (11). Consecuencia práctica (12-13). Principio: sólo dejando la Ley se puede escapar del dominio del pecado. Lo importante no es el código externo, sino la actitud interior (14).


            Vuelve el objetor (15). Se coloca en el plano jurídico. Si el pecado no se imputa, se puede pecar sin miedo. Pablo responde: no se trata de cuestiones jurídicas, sino de realidades; quien peca, aunque de derecho no sea esclavo del pecado, de hecho lo es (16). Desarrolla exhortando, pero con una metáfora extremadamente impropia para la nueva realidad, pues ésta no es una nueva esclavitud, sino una liberación (17-19). Compara la vida anterior con la presente (20-22). Resumen: pecado-muerte, relación de causa a efecto. Dios no conoce determinismos: vida y libertad (22).

CARTA A LOS ROMANOS. NUEVA SOLIDARIDAD CON CRISTO. 5,12-21.

          12En consecuencia, igual que por un hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte, y la muerte se propagó sin más a todos los hombres, dado que todos pecaban...
          13Porque antes de la Ley había ya pecado en el mundo; y, aunque donde no hay Ley no se imputa el pecado, 14a pesar de eso la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, incluso entre los que no habían pecado cometiendo un delito como el de Adán.
          15Éste era figura del que tenía que venir, pero no hay proporción entre el delito y la gracia que se otorga; pues, si por el delito de uno solo murió la multitud, mucho más la gracia otorgada por Dios, el don de gracia que correspondía a un hombre solo, Jesús Mesías, sobró para la multitud.
          16Y tampoco hay proporción entre las consecuencias del pecado de uno y el perdón que se otorga, pues el proceso, a partir de un solo delito, acabó en sentencia condenatoria, mientras la gracia, a partir de una multitud de delitos, acaba en amnistía. 17En otras palabras: si por el delito de aquel solo la muerte inauguró su reinado, por culpa de aquel solo, mucho más los que reciben esa sobra de gracia y de perdón gratuito, viviendo reinarán por obra de uno solo, Jesús Mesías.
          18En resumen: lo mismo que el delito de uno solo resultó en la condena de todos los hombres, así el acto de fidelidad de uno solo resultó en el indulto y la vida para todos los hombres; 19es decir, como la desobediencia de aquel solo hombre constituyó pecadores a la multitud, así también la obediencia de este solo constituirá justos a la multitud.
          20Por lo que hace a la Ley, se metió por medio para que proliferase el delito, pero donde proliferó el pecado sobreabundó la gracia; 21así, mientras el pecado reinaba dando muerte, la gracia reina concediendo un indulto que acaba en vida eterna, gracias a Jesús, Mesías, Señor nuestro.

EXPLICACIÓN.

12-21.   ¿Cómo el acto individual de Jesús Mesías tiene efectos en todos? ¿Sólo por su ejemplo? Pablo encuentra una solución en la idea de solidaridad, muy viva en su tiempo. Adán, representante del destino de la humanidad (1 Cor 15,22), es la humanidad misma considerada como un cuerpo, responsable de la tiranía del pecado sobre todo hombre que viene al mundo. El individuo aislado es una abstracción; cada uno está afectado por factores de herencia y ambiente. El mal que comete el individuo no depende de él solo; Pablo lee en Gn 2 la estructura fundamental de la existencia humana. Jesús Mesías viene a comenzar una nueva solidaridad: lo que hizo y sufrió lo hizo como representante inclusivo de la nueva humanidad que tiene su origen en él. Situación de los hombres por culpa de Adán (12-14a).

            Paralelo Adán-Jesús: superioridad de Jesús. La gracia supera el delito, porque la sucesión pecado-muerte es de causa-efecto, mientras la gracia (favor, perdón, vida) desborda la necesidad del hombre (14B-15). El perdón supera los efectos del pecado, pues la amnistía es más amplia que la condena, y la vida que se promete es más que simplemente no morir (16-17).

            Resumen, con dos formulaciones:

            a) efectos de la transgresión de uno y de la fidelidad de uno;

          b) lo mismo, de la desobediencia o respuesta negativa y de la obediencia o respuesta positiva (18-19). La Ley empeoró la situación, pero la gracia vence también los efectos de la Ley (20). Realidad pasada y presente: reinado de la Ley, reinado de la gracia ( = favor, amor divino).

III.CARTA A LOS ROMANOS. SALVACIÓN. 5,1-11.

        1Según lo dicho, rehabilitados ahora por la fe, estamos en paz con Dios por obra de nuestro Señor Jesús Mesías, pues 2por él tuvimos entrada a esta situación de gracia en que nos encontramos y estamos orgullosos con la esperanza de alcanzar el esplendor de Dios.
              3Más aún, estamos orgullosos también de las dificultades, sabiendo que la dificultad produce entereza, 4la entereza calidad, la calidad esperanza; 5y esa esperanza no defrauda, porque el amor que Dios nos tiene inunda nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha dado.
              6Es que cuando aún nosotros estábamos sin fuerzas, entonces, en su momento, Jesújs el Mesías murió por los culpables. 7Cierto, con dificultad se dejaría uno matar por una causa justa; con todo, por una buena persona quizá afrontaría uno la muerte. 8Pero el Mesías murió por nosotros cuando éramos aún pcadores: así demuestra Dios el amor que nos tiene.
              9Pues ahora que Dios nos ha rehabilitado por la sangre del Mesías, con mayor razón nos salvará por él del castigo; 10porque si, cuando éramos enemigos, la muerte de su Hijo nos reconcilió con Dios, mucho más, una vez reconciliados, nos salvará su vida. 11Más aún, gracias a Jesús Mesías, Señor nuestro, que nos ha obtenido la reconciliación, estamos también orgullosos de Dios.

EXPLICACIÓN.

1-11.     Nueva situación del hombre rehabilitado: paz con Dios, favor de Dios, esperanza. Lo que salva es la vida nueva que Dios infunde (1-2). Nuevo valor para enfrentarse con la vida, con la alegría que produce la experiencia continua del amor de Dios. La esperanza del cristiano y su visión de la vida no son un mero optimismo; se basan en la experiencia interna del amor que Dios le tiene. Primera mención del Espíritu (3-5).

             La promesa no es sólo palabras, está garantizada con la muerte de Jesús (6). La calidad del amor de Dios es tal, que se extiende también a los que están en contra suya (7-8). La muerte de Jesús expresa el amor de Dios al hombre; no existe, por tanto, un Dios irritado al que Cristo satisface. El amor que se manifiesta en Jesús es el mismo amor de Dios encarnado en él

            El amor de Dios continúa su obra; lo que ha empezado lo terminará. Toda inquietud está excluida, estamos en paz con Dios; su amor salvará del castigo, es decir, romperá el engranaje pecado-muerte. La vida de Jesús, comunicada a nosotros, es la salvación. Pablo abandona el concepto jurídico de rehabilitación, para usar la metáfora más íntima de reconciliación, que supone la relación Padre-hijo. Nace el nuevo orgullo, no de las propias obras, sino de tener tal Padre (9-11).